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Revólver Smith and Wesson 29

Author Unknown - -
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A punto de celebrar su 55 cumpleaños el S&W 29 se mantiene en el catálogo de la marca como uno de los referentes más emblemáticos de su producción, al margen de que haya evolucionado en distintas versiones y variantes.
 Además, el M-29 se hizo mundialmente famoso gracias a la película “Harry el sucio” protagonizada por Clint Eastwood, una fama que se hizo aún más universal al aparecer también de forma destacada junto a Robert de Niro en el film “Taxi Driver” pocos años después. En cualquier caso, hacía ya demasiado tiempo que no hablábamos de este auténtico protagonista de la historia de las armas. Lo cierto es que las páginas de nuestra revista han recogido en más de una ocasión, y desde diferentes ángulos, la historia de este peculiar revólver, pero hace ya nada menos que quince años desde la última vez, y creo que es un tiempo más que suficiente para recordarlo de nuevo, sobre todo pensando en la nueva generación de lectores que se han sumado a ARMAS desde entonces, y también porque el M-29 ha experimentado distintas, aunque no sustanciales, modificaciones, adaptándose al actual patrón de producción de S&W, y al margen también de que nuevas versiones hayan venido a engrosar sus posibilidades de opción.

El arma corta más potente del mundo

 

 Esa frase servía para dar comienzo a la película “Harry el sucio”, mientras un impresionante primer plano del M-29 ocupaba la totalidad de la pantalla. No era de hecho rigurosamente cierto que este revólver fuera el arma corta más potente que hubiera existido, pero sí era la más potente entre las que se encontraban entonces en producción estandarizada. Con el paso de los años, bastantes de todas formas, la evolución de la cartuchería y la propia S&W se encargarían de relegar a este modelo y al .44 Rem Mag que disparaba a una categoría inferior con la aparición de los “súper magnum” como los .460 ó .500, por ejemplo. Pero en esta ocasión hemos de remontarnos a la década de 1950 y recordar también a un personaje no menos emblemático en el panorama de las armas, quien se demostró un apasionado de los revólveres y estuvo buena parte de su vida dedicado a la experimentación y evolución de la cartuchería. Colaboró con las principales marcas norteamericanas de armas y munición y escribió libros y también cientos de artículos en las más prestigiosas publicaciones especializadas de aquel país. Se llamaba Elmer Keith, y falleció en 1984 a los 95 años de edad. Eso sí que fue experiencia. Durante décadas, Keith experimentó cargas potentes para el cartucho .44 S&W Special en sus revólveres favoritos, como eran los S&W de “triple cierre” y los Colt SAA, llegando a incrementar muy sensiblemente las prestaciones de esa precisa y veterana –a la vez que suave– munición, llegando a alcanzar velocidades en boca de más de 360 m/s, utilizando proyectiles Lyman de 250 grains, pólvora 2400 y armas con cañones de 7 1/2 pulgadas (190 mm). Sus pruebas alcanzaron un notable éxito entre los recargadores norteamericanos, sobre todo entre los muchos que empleaban los revólveres para cazar y que desde las experiencias de Keith lograban cotas de alcance, precisión y potencia hasta entonces impensables en sus armas. Finalmente, desde la cúpula de S&W contactaron con él para iniciar el desarrollo de un nuevo cartucho comercial y muy poco tiempo después la fábrica de armas encargaba a Remington la producción de un lote de cartuchos para concretar el desarrollo del también nuevo revólver. Los lógicos incrementos de presión en los cartuchos recargados de Keith no habían perjudicado ni la estructura ni el funcionamiento de las armas empleadas en sus reiterados ensayos, pero Remington decidió crear una nueva vaina alargando en 3,17 mm la del .44 Spl, impidiendo así que la nueva munición pudiera alojarse en los cilindros de los revólveres antiguos, tal como años antes se había hecho con las del .357 Mag en relación a las del .38 Spl. Los revólveres a emplear en las exhaustivas evaluaciones serían del modelo Target del .44 SPl con el cilindro convenientemente adaptado a la longitud del ya denominado .44 Magnum. Sin embargo, y aunque en las armas no se produjo ningún problema, los técnicos decidieron que se hacía obligado incrementar el peso del revólver para contrarrestar el severo retroceso del disparo. Keith había propuesto una Vo de 1.200 p/s (366 m/s), pero los ingenieros de Remington habían elevado aquella cifra hasta superar nada menos que los 1.500 pies por segundo (457 metros), empleando cañones de 6 1/2”.

 

Nace el S&W Modelo 29: Todo un éxito

 

Finalizando 1955 S&W entregó los que podrían considerarse primeros ejemplares del nuevo revólver: uno fue a Remington, otro al propio Keith y el tercero a la NRA (National Rifle Association), para que fuera también evaluado por uno de sus expertos, en concreto un militar de apellido Hatcher. Todo resultó tan favorable que antes de concluir el año 1956 la fábrica de Springfield había ya fabricado más de 3.000 revólveres con cañones de 6 1/2 y 4 pulgadas. La versión con tubo de 8 3/8” no aparecería hasta dos años después. El modelo 29 seguía en su denominación el orden establecido por S&W en sus revólveres de mayor tamaño en aquella época, los dotados del llamado armazón “N”: el M-27 del .357 Mag y el M-28 Highway Patrolman del mismo calibre. El 29 era un arma grande, ciertamente pesada y no podía considerarse como el ideal del revólver de defensa en una funda sobaquera, tal como lo hacía en su saga cinematográfica el inspector de policía Harry Calahan (y al margen del más de 1,90 de estatura de quien encarnaba ese personaje), pero ofrecía unas extraordinarias características que aunaban precisión, alcance y potencia desde su impresionante cartucho, sin olvidar la extraordinaria calidad que S&W ofrecía en sus armas. Superar los 500 m/s de velocidad inicial con un proyectil semiblindado de calibre .44 y 240 grains de peso desde un revólver con cañón de 6 pulgadas y mantener una trayectoria tensa hasta casi los 100 m abría una nueva era. A finales de la década de 1990, en una época delicada para muchas fábricas de armas y en especial para los revólveres, este ya mítico modelo desapareció del catálogo general del S&W, pero fue de hecho una “pérdida” pasajera, pues no tardaría mucho en volver a estar disponible en ediciones conmemorativas o en versiones especiales producidas por el Performance Center de la marca. Hoy existen varias opciones basadas en el modelo inicial, independientemente de una que casi lo reproduce exactamente, a excepción de algunos pequeños detalles que se relacionan con el proceso de fabricación o ciertas modificaciones mecánicas menores, sobre todo en lo relativo al apartado de la seguridad, tal como  comentamos en algunas de las fotos que ilustran este reportaje. Borchers, S.A., importadora de S&W, nos remitió un ejemplar correspondiente a una edición conmemorativa desde el que pudimos apreciar cómo esa calidad tradicional se mantiene, y como mejor referencia contamos además con un M-29 bien veterano, con más de 30 años. Hay pequeños detalles que varían de uno a otro como antes comentamos y como puede apreciarse en las imágenes, pero todo lo relativo a ajuste, acabado y funcionamiento se mantiene impecable, destacando un extraordinario gatillo en simple acción que requiere poco más de 1.500 gr de presión para producir el disparo y que beneficia bastante conseguir las excelentes agrupaciones. El retroceso es importante, desde luego, pero la empuñadura está bien diseñada y dimensionada, con cachas tipo Target, para que no llegue a resultar desagradable, incluso después de una sesión en la que disparo 50 cartuchos Remington con bala de 240 grains y hasta algunos más de la marca Norma e igual peso de proyectil. El M-29 creó historia e hizo escuela, y la espectacular simbiosis lograda entre arma y cartucho animó progresivamente a otras marcas para seguir sus pasos. Ruger, Dan Wesson, Astra, Freedom Arms, Llama, y hasta Colt… llegaron a producir revólveres en diferentes configuraciones para beneficiarse también de las virtudes del .44 Mag, pero sólo el 29 nos permite disfrutar de un potente y espectacular protagonista de la evolución armera, además de que ninguno como él nos hace recordar a “Harry”. 

 

• Origen: Estados Unidos
• Designación: Revólver Modelo 29.
• Fabricante: Smith & Wesson. Springfield. Mass.
• Calibre: .44 Remington Magnum.
• Capacidad de carga: 6 cartuchos.
• Dimensiones: 290 x 157 x 43,5 (tambor) mm.
• Peso en vacío: 1,431 Kg.
• Miras: Alza micrométrica.
• Importador: Borchers, S.A. (Guernica).
• P.V.P.: 1.500 Euros. Aprox. (Julio-2009)



El Modelo 29 apareció hace ya casi 55 años en dos variantes que sólo se diferenciaban por la longitud de su cañón (6 1/2 ó 4 pulgadas). Poco después se comercializó la que montaba tubo de 8 3/8” y ya en los años 70 se ofrecería la versión realizada en acero inoxidable, denominada 629, continuando la norma de S&W de incorporar un “6” antes del número que indica la configuración estandar en las armas fabricadas en inoxidable. Posteriormente, y pese a la desaparición “oficial” de este modelo del catálogo de la marca, nuevas y muy distintas versiones del M-29 (o basadas en él) ha estado y siguen estando a la venta, tanto desde la oferta normal como desde el Performance Center de S&W. Junto a estas líneas les ofrecemos varios ejemplos actuales. Entre ellos se encuentran:
• La versión del M-29 con cañón de 3 pulgadas conificado desde el armazón.
• El modelo 329PD – HIVIZ con cañón de 4 pulgadas, punto de mira de fibra óptica y cachas anatómicas de madera.
• Recientemente introducido el modelo Night incorpora armazón de escandio para un porte más cómodo.
• El modelo 329 PD Alaska Backpacker, con cañón de 2,5 pulgadas y cilindro inoxidable.
• El Mod. 29 Classics con cañón de 6 1/2” y disponible en acabado de pavón o níquel.
• La opción más fiel a la original, la Classics, esta asimismo disponible con cañón de 4”.